Dos docentes de la Licenciatura de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), Juan Mascaró y Mariela Bernárdez, pertenecientes al Colectivo de Comunicación DocSUR, fueron relevados, luego de 9 años, de su cargo por mantener una línea de pensamiento diferente a la imperante dentro de la Universidad.
Esto es posible debido a que la mayoría de los profesores universitarios se encuentran precarizados laboralmente. Son contratados por la Universidad cada cuatro meses, como “docentes interinos”. Casi no existe dentro de la institución el concurso docente, mecanismo que otorga transparencia a las designaciones y estabilidad laboral a los trabajadores, el estatuto de la UNLaM permite al Rector contratarlos cuatrimestralmente…por lo que la libertad de expresión para el docente está coartada. El despido de Mascaró y Bernárdez ejemplifica la persecución ideológica que sufren docentes y estudiantes de toda la Universidad.
A ello se le suma la falta de libertad de cátedra en casi todas las carreras, y las persecuciones y hostigamiento que sufrimos las agrupaciones opositoras al Rector y a su obsecuente “Liga Federal” (Juventud Peronista, que dirige el Centro de Estudiantes) como ser: llamados telefónicos intimidatorios, toman fotografías a los activistas, etc.
La LF no solamente no participa de ningún reclamo, limitándose a ser una mera oficina administrativa, sino que además boicotea (intenta boicotear) las diferentes campañas que impulsamos como ser Comedor Universitario, Boleto Universitario y ahora por la reincorporación de los docentes.
Quien salga de las líneas impuestas por el rectorado, dirigido desde hace más de 10 años por Daniel Martínez, queda supeditado a la decisión arbitraria de las autoridades. De esta forma, luego de cumplirse 33 años de la última dictadura militar, las libertades democráticas todavía no son garantizadas en ámbitos que por excelencia deberían estimularlas. El pensamiento crítico y la libertad de expresión aún son una cuenta pendiente en la Universidad de La Matanza. Por este motivo, exigimos la reincorporación de los docentes y la regularización laboral de todos los trabajadores de la Universidad.
Esto es posible debido a que la mayoría de los profesores universitarios se encuentran precarizados laboralmente. Son contratados por la Universidad cada cuatro meses, como “docentes interinos”. Casi no existe dentro de la institución el concurso docente, mecanismo que otorga transparencia a las designaciones y estabilidad laboral a los trabajadores, el estatuto de la UNLaM permite al Rector contratarlos cuatrimestralmente…por lo que la libertad de expresión para el docente está coartada. El despido de Mascaró y Bernárdez ejemplifica la persecución ideológica que sufren docentes y estudiantes de toda la Universidad.
A ello se le suma la falta de libertad de cátedra en casi todas las carreras, y las persecuciones y hostigamiento que sufrimos las agrupaciones opositoras al Rector y a su obsecuente “Liga Federal” (Juventud Peronista, que dirige el Centro de Estudiantes) como ser: llamados telefónicos intimidatorios, toman fotografías a los activistas, etc.
La LF no solamente no participa de ningún reclamo, limitándose a ser una mera oficina administrativa, sino que además boicotea (intenta boicotear) las diferentes campañas que impulsamos como ser Comedor Universitario, Boleto Universitario y ahora por la reincorporación de los docentes.
Quien salga de las líneas impuestas por el rectorado, dirigido desde hace más de 10 años por Daniel Martínez, queda supeditado a la decisión arbitraria de las autoridades. De esta forma, luego de cumplirse 33 años de la última dictadura militar, las libertades democráticas todavía no son garantizadas en ámbitos que por excelencia deberían estimularlas. El pensamiento crítico y la libertad de expresión aún son una cuenta pendiente en la Universidad de La Matanza. Por este motivo, exigimos la reincorporación de los docentes y la regularización laboral de todos los trabajadores de la Universidad.
-No a la flexibilización laboral de los docentes, y de todos los trabajadores de la UNLaM.
-Elección de los docentes mediante concurso publico, no a dedo por el rector.
-Por libertad de Cátedra y la apertura de cátedras paralelas.
-Democratización de la UNLaM.
-Anulación de las leyes antieducativas (Ley de Educación Superior, la Ley Nacional de Educación , y La Ley de Financiamiento Educativo),
- Por una Universidad Pública, Gratuita y al servicio de los trabajadores.
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